Archive for julio, 2007

Visita

Recientemente ha pasado por esta gerencia la Consejera. Unos nos dicen que pasó sin pararse y otros que hizo hasta una visita al Hospital. Esta última fuente nos ha dejado un vídeo de la visita de la Consejera … No damos mucho crédito pero ahí os dejamos el vídeo

31 julio, 2007 at 12:50 pm Deja un comentario

Buena Suerte!

Deseamos toda la suerte del mundo a Pedro García Ramos, hasta hoy Dir. Gral. de Salud Pública y Consumo de la (inexistente) Consejería de Sanidad y Consumo, al ser nombrado Dir. Gral de Consumo de la Vicepresidencia Primera de la Junta de Extremadura.
Lamentamos que abandone la Consejería de Sanidad y Dependencia para irse a otra. Esperamos su vuelta que buena falta nos hace!

31 julio, 2007 at 11:51 am Deja un comentario

Alta Resolución

Hace algunos meses el entonces Consejero de Sanidad hablaba de «consultas de alta resolución»; en su Discurso de Investidura, Fernández Vara hablaba de puntos de atención continuada de alta resolución, … Alta resolución por aquí y alta resolución por allá… ¿Y los recursos? No digo los humanos, que en el caso de médicos escasean de manera preocupante, me refiero a los materiales y especialmente en Atención Primaria. Claro que con el Jara y un fonendo se pueden hacer verdaderos milagros, que quienes nos han precedido en la profesión hacían verdaderas maravillas sólo con el estetoscopio!
Pero hay más. Os dejo un artículo, El Síndrome del Barquero que he leído en Cocido madrileño con gofio:

El síndrome del barquero y el síndrome del gato

«Los médicos de familia advierten los intentos de colonización del nivel especializado en campos de trabajo propios de la atención primaria, con el objeto de crear mercados que justifiquen el puesto de trabajo de algunos especialistas»
Escuela Andaluza de Salud Pública, 1994

Decían los antiguos griegos que cuando uno moría tenía que atravesar un río (el Aqueronte) para llegar al más allá. Para atravesarlo había dos opciones: o vagar por las orillas durante 100 años o pagar un obloe al barquero Caronte. Caronte decidía quien pasaba o no el río usando un criterio puramente personal. Algún humano no muerto consiguió que Caronte le transportara de ida y vuelta (retornando de la muerte a algún ser querido aunque perdiéndolo al final por culpa de la curiosidad… Orfeo, Psique). Los griegos ponían a sus muertos una moneda (obloe) bajo la lengua con el fin de no obligarles a esperar 100 años antes de ir al más allá.
Juan Gervas y Mercedes Pérez acuñaron en 2005 el «síndrome del barquero» en un interesante artículoque recomiendo leer.
Como comentan en su artículo, los barqueros eran las personas encargadas de trasladar a personas y mercancías de un lado a otro del río. Además solían tener una concesión por la que eran los únicos que podían trasladarlas. Con la llegada de los puentes (un avance tecnológico) los barqueros se resistieron a ceder su puesto (e incluso a la construcción de puentes) aunque finalmente sucumbieron a la realidad que se imponía (el puente era mucho más accesible y barato de usar).
Así se define el síndrome del barquero como la situación en que un profesional retiene un conocimiento, o una técnica, diagnóstica o terapeútica, pese a que los avances tecnológicos o el desarrollo científico permitirían su manejo por otro profesional más cercano a la población, o por el propio paciente.
El electrocardiograma por ejemplo era una cosa que solo se hacía en los laboratorios a principios del siglo XX, que luego pasó a los hospitales, más tarde a los centros de salud y ambulancias y que actualmente puede realizarse (e interpretarse de manera automática) en el propio domiciliio del paciente, o en un barco en medio del atlántico, o en una estación espacial.
Otro ejemplo de síndrome del barquero es el control del INR. Algunas personas con riesgo de infarto cerebral toman sintrom, una pastilla que hace que la sangre no se coagule. El problema es que la dosis es difícil de fijar, si te quedas corto la sangre se coagula demasiado, pero si te pasas se producen hemorragias (algunas mortales).
Al principio esas personas tenían que ir mensualmente al hematólogo a hacerse un análisis del «INR» para ajustar la dosis. Con el tiempo apareció una tecnología que permitía medir el INR dando un pinchazo en el dedo con una maquinita (como en los diabéticos). Entonces se empezó a controlar el sintrom desde los centros de salud (no sin la oposición inicial de muchos hematólogos que veían peligrar sus puestos de trabajo y sus listas de espera).
Los últimos estudios demuestran que el número de complicaciones (tanto hemorragias por pasarse de dosis como lo contrario) son menores cuando se maneja en el centro de salud con respecto al manejo en el hospital por el hematólogo (mejorando la accesibilidad). Pero rizando el rizo: las complicaciones son mucho menores si es el propio paciente quien se controla el «sintrom» desde casa a si lo hace el médico de cabecera.
Parece por tanto que según avanza la tecnología las cosas deberían tender a hacerse más cerca del paciente (o incluso por el propio paciente). Sin embargo en medicina existe mucho síndrome del barquero. Gente que se resiste a ceder una tecnología para mantener «su trabajo», aunque esa tecnología pueda aplicarse más cerca del paciente.
Pongamos el ejemplo de las ecografías. Un ecógrafo (el apataro) hace 20 años era una cosa carísima, por lo que solo había unos cuantos que estaban lógicamente en los hospitales. Solo los radiólogos manejaban el ecógrafo y se mandaban a todos los pacientes a ese ecografista.
El coste de un ecógrafo bajó muchísimo (como casi todas las tecnologías) y ahora no es descabellado tener un ecógrafo en cada centro de salud a disposición de los médicos de cabecera. Llegará un día en que la tecnología de los ecógrafos será tan barata que uno se pueda comprar un ecógrafo en el FNAC para ver a su feto.
Los ginecólogos se han comprado su ecógrafo y ahora hacen sus ecografías de rutina para control del embarazo o para ver como están los ovarios, los cardiólogos hacen sus ecografías del corazón y los reumatólogos hacen ecografías de los tendones y músculos.
La razón es sencilla: si antes el ginecólogo veía a una embarazada y quería hacer una ecografía tenía que mandarla a la consulta del radiólogo (es decir, unas semanitas de lista de espera). Ahora, en la misma consulta el ginecólogo hace la eco y puede ver si el feto está bien o mal. Y eso a nadie le extraña hoy por hoy.
Si un médico de familia ve a un paciente con dolor abdominal tiene hoy por hoy en la mayoría de los sitios una opción: mandar al paciente al radiólogo para que le haga una ecografía (esto es 1 mes de lista de espera, por ejemplo). Si el médico de familia supiera hacer la ecografía y dispusiera de un ecógrafo a mano (cosa que hoy es posible porque la tecnología es más barata) podría hacer una primera ecografía. Igual que puede hacer un electrocardiograma sobre la marcha, igual que puede usar un fonendo.
Como en el mito clásico, el radiólogo se convierte en una especie de Caronte postmoderno: si quieres tener una ecografía (o una resonancia) tienes dos opciones: o esperas 100 años muerto del asco en listas de espera o te haces un seguro privado (es decir pagas el obloe de rigor).
El médico de familia aprende a usar el fonendo, aprende a leer un electrocardiograma, con la suficiente seguridad para poder ver si es normal o «si ve algo raro». Si vé algo raro en el electrocardiograma puede mandar al paciente a urgencias o al cardiólogo para que el «experto en electrocardiogramas» lo analice mejor. Pero si el electro es normal (y el 95% son normales) le ahorrará al paciente esperas y preocupaciones. Y sobre todo dejará libre al cardiólogo para ver los casos relamente «difíciles» con lo que los pacientes realmente enfermos no tendrán listas de espera demasiado grandes.
¿Por qué no puede aplicarse el mismo principio a las ecografías?. ¿Puede aprender un médico de familia a hacer una ecografía abdominal con la suficiente habilidad como para ver si es normal (lo serán la mayoría) o si no lo ve claro mandarlo al ecografista especialista? ¿Cuántas ecografías tendría que hacer el médico de familia al mes para mantener esa habilidad?
En todos los hospitales las radiografías las realizan los técnicos de rayos (una formación profesional, ni siquiera son médicos o enfermeros). En mi hospital las ecografías las realizan «técnicos de radiología» entrenados para ello, y luego son revisadas por radiólogos, y parece que la cosa funciona aceptablemente. Si un técnico de rayos puede hacerlo… ¿podría un médico de familia?… ¿contratamos a un técnico de rayos en cada centro de salud? (nos sale más barato que un radiólogo).
A tí como paciente… ¿te gustaría que tu médico de cabecera pudiera (y supiera) hacerte una ecografía sobre la marcha si hace falta, y luego derivarte al radiólogo si no lo ve claro? ¿prefieres que haya un radiólogo en cada centro de salud? ¿estás dispuesto a pagar el coste de tener a un radiólogo en cada centro de salud?
Ahí queda el debate…

30 julio, 2007 at 9:17 pm 2 comentarios

Quedamos a final de mes

(De El Cuaderno de Guillermo, 29-07-07)

El próximo día seis de Agosto cuando termine mi reunión con la Ministra de Medio Ambiente quiero «pillar» un par de semanas para cargar las pilas. No cierro el blog pero no nos obligo.Entraré por si alguno de vosotros necesita alguna cosa urgente o para leer los comentarios libres-es decir sin tema de referencia-.No descarto entrar y comentar porque me encanta hacerlo, pero necesito desconectar un poco y estar a tiempo completo con la familia.Tengo la sensación de pandilla virtual.Por cierto mi idea es que en Navidad nos reunamos, si os parece oportuno.La idea sería ver una película juntos y luego echar un rato con los que quieran.
Un abrazote
Guillermo

29 julio, 2007 at 8:02 pm Deja un comentario

Un poco de luz…

28-07-07

Tras la enorme inquietud provocada en Primaria por los nombramientos de Mejuto como Consejera de Sanidad y Dependencia y de Villa como Gerente del SES, y dado que todo lo demás sigue igual -algo peor si contamos con el cese de García Ramos (médico de primaria)-, una pequeña luz al final del túnel aparece con el nombramiento de Ceciliano Franco Rubio como Director General de Asistencia del SES.

Ceciliano Franco Rubio, hasta ayer Gerente del Área de Coria es un hombre de Primaria. Para tranquilidad de los profesionales de Atención Primaria y especialmente a los de Mérida, queremos decir que los informes que han llegado a Área Sanitaria son muy buenos. Nuestra fuente nos habla maravillas de Franco Rubio y nosotros nos lo creemos.

Desde estas líneas deseamos lo mejor al nuevo Director General

28 julio, 2007 at 2:51 pm Deja un comentario

Tercera Época

Cuando comenzamos la edición de Área Sanitaria, heredamos de algún modo la idea de Hospital Digital de criticar los desmanes de los dirigentes de la sanidad.

Hospital Digital denunciaba las medidas desafortunadas de la ministra de sanidad de entonces, Celia Villalobos o Ana Pastor, y también las chapuzas de los dirigentes regionales del INSALUD como Santiago Roldán, Manuel Arroyo en el Hospital de Don Benito. (Por cierto, de Celia Villalobos y sobre todo de Ana Pastor seguimos sabiendo, pero ¿Santiago Roldán, ya sólo se dedica a su pediatría -y otras cosas- en el Hospital de Mérida?)

En una segunda temporada ya nació el SES, y emergieron figuras directivas que demostraron que las chapuzas también saben hacerlas en el PSOE.
Empezamos con el Jara
También hubo cambio de gobierno central con lo que Elena Salgado se empeñó en que dejáramos de fumar ¡Y casi lo consigue!

Juan Carlos Rodríguez Ibarra deja la presidencia de la Junta de Extremadura y Guillermo Fernández Vara pasa de la Consejería de Sanidad y Consumo a Presidente de la Junta. Llega María Jesus Mejuto Carril a Sanidad y Dependencia, se marcha Paco García Peña y como nuevo Gerente del SES llega Dámaso Villa.
Es un buen momento para poner punto final a la segunda y comenzar nuestra tercera época.

Hemos demostrado nuestra debilidad por Guillermo Fernández Vara y lo hemos seguido durante toda la existencia de Area Sanitaria, pero no hemos conseguido leer en su pensamiento, y por eso noMaria Jesus Mejuto Consejera de Sanidad y Dependencia acertamos con los nombramientos. Algunos «varólogos» (expertos en Fernández Vara) dicen que, al menos tres de los consejeros nombrados, lo han sido de última hora, que no eran su primera elección. Entre éstos, se encuentra la Consejera Mejuto, elegida a última hora dadas las reticencias que encontraba el elegido. Dicen los expertos que el elegido no era otro que Jose María Vergeles, pero que desde algunos sectores del Partido implicados en sanidad lo pusieron «a caer de un burro», con lo que a Fernández Vara no le quedó otro recurso que buscarse alguien de ultimísima hora.

Las noticias que nos llegan no son esperanzadoras. Mejuto, contra lo que piensa Fernández Vara, no reune la condición de aunar Primaria y Especializada. Quienes la conocen dicen que nunca consideró Primaria, que no es que no le gustara es que la aborrecía y por eso rehizo su profesión en Especializada. Pero además no posee entre sus muchas virtudes el talante necesario para evitar los roces y las peleas, es más, dicen fuentes cercanas, que tiende a perder los papeles. Por otra parte gente del partido que sustenta a Fernández Vara critica a Mejuto por «ser muy de derechas», aunque no sabemos si esa opinión es cierta o nace desde el rencor de no haber sido nombrado alto cargo…
Dámaso Villa tiene a su favor el talante que le falta a Mejuto, tampoco tiene apoyos sustanciales en el PSOE sino todo lo contrario, y tampoco ha sabido limar las asperezas entre ambos niveles asistenciales. No sólo no ha suavizado las tensiones entre niveles, podríamos decir que ha generado más desigualdades con su distribución de recursos en los Hospitales, baste con preguntar en Urgencias qué piensan del trato con respecto a Rayos.
Dicen que el resto de directores y demás siguen en sus puestos y que los gerentes están pendientes de que Fernández Vara entregue la lista a Mejuto con los nombramientos.
¿Y que piensan, qué pensamos los profesionales?
En general bastante preocupación, pues a Fernández Vara se le reconocía el talante y su capacidad de diálogo, mientras que los nombramientos parecen llevar a todo lo contrario.
De día en día la situación creada por la falta de facultativos se va haciendo más insostenible y nadie hace o dice nada, de manera que algunos gerentes están cubriendo sus cabezas de canas.
En Especializada faltan especialistas, en algunos servicios no hay ninguno, y en Primaria algunos facultativos dudan si podrán tomar vacaciones.
Como ejemplo esclarecedor, Mejuto, si ha abierto los ojos y oidos en el Hospital de Mérida no necesitará que nosostros digamos nada. Según nos dicen ¡Es un desastre!
Los facultativos de Primaria que piden consultas de 10 minutos, están empezando a replantearse la reivindicación en la dirección de limitar el número de usuarios, 40-50 por ejemplo. Y con eso queda el tiempo justo para la consulta y los avisos domiciliarios y poco más.

Los médicos de Primaria están bastante derrotados, aunque aún siguen en su pelea desde la Plataforma 10 minutos. Allí hemos podido leer sus reivindicaciones:
Un minuto mas anualmente de promedio por visita, una subida anual de 1% del presupuesto dedicado a la AP y la receta Multiprescripción en papel
YA, ¡ QUÉ MENOS!.

28 julio, 2007 at 10:10 am 5 comentarios

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